No
es fácil escribir una carta sin nombre, sin destinatario, sin palabras que
tengan algun sentido.
Es imaginar el abrazo silencioso que alguna noche siento, y me estremezco entre las sábanas que rozan mi cuerpo.
Es cerrar los ojos y el amor simplemente me da un beso, de los que abrigan los sentidos cuando el calor se torna frío, sin quererlo.
Es tomar con mis manos una ráfaga de viento, porque se aceleran los latidos de aquél poema desgastado por el paso del tiempo.
Es amar con el alma, donde
se refugian los temblores del pensamiento que a veces me golpean y desvelan mis adentros.
Qué difícil es controlar a los hilos que prenden de mis dedos cuando escriben nostalgias o infundados sentimientos, a ése alguien que quizá me lee, y no entiende mis hilvanados versos.
Intento escribir una carta, pero no puedo, ya que se cruzan las letras como en un laberinto incierto. Pero me digo a mi misma, que llegará a algun lugar si la echo a volar hacia el arco iris de los sueños...
ROSER
Es imaginar el abrazo silencioso que alguna noche siento, y me estremezco entre las sábanas que rozan mi cuerpo.
Es cerrar los ojos y el amor simplemente me da un beso, de los que abrigan los sentidos cuando el calor se torna frío, sin quererlo.
Es tomar con mis manos una ráfaga de viento, porque se aceleran los latidos de aquél poema desgastado por el paso del tiempo.
Es amar con el alma, donde
se refugian los temblores del pensamiento que a veces me golpean y desvelan mis adentros.
Qué difícil es controlar a los hilos que prenden de mis dedos cuando escriben nostalgias o infundados sentimientos, a ése alguien que quizá me lee, y no entiende mis hilvanados versos.
Intento escribir una carta, pero no puedo, ya que se cruzan las letras como en un laberinto incierto. Pero me digo a mi misma, que llegará a algun lugar si la echo a volar hacia el arco iris de los sueños...
ROSER
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