Sueños de plata que no me dejan dormir
entre sábanas de otoño que cubren mi existir.
La luna curiosa quiere saber algo de mí
pues ya no le cuento de mis ansias por ti.
Soy amiga del silencio tras la sombra del tiempo
que me arrebata caricias y besos de incienso.
Camino sin rumbo al compás del viento
y busco refugio como un peregrino sediento.
A mi paso encuentro hojas caídas en el suelo
vestidas de lágrimas de amor y desconsuelo.
Puedo cerrar los ojos y pensar que no es cierto
que los sueños de plata son azules como un cuento.
Y la añoranza es fruto del árbol del pensamiento
donde nacen y mueren ramas de sentimientos.
En ellos estás tú, en la del olvido y en la del fuego
y la tristeza agoniza entre las raíces del ego.
En la puerta de un poema se embriaga el verso
viajero eterno de emociones que emanan deseos.
Sueños de plata, de mí… ya no sois dueños
pues bebo de las estrellas cada noche cuando me acuesto.
ROSER
entre sábanas de otoño que cubren mi existir.
La luna curiosa quiere saber algo de mí
pues ya no le cuento de mis ansias por ti.
Soy amiga del silencio tras la sombra del tiempo
que me arrebata caricias y besos de incienso.
Camino sin rumbo al compás del viento
y busco refugio como un peregrino sediento.
A mi paso encuentro hojas caídas en el suelo
vestidas de lágrimas de amor y desconsuelo.
Puedo cerrar los ojos y pensar que no es cierto
que los sueños de plata son azules como un cuento.
Y la añoranza es fruto del árbol del pensamiento
donde nacen y mueren ramas de sentimientos.
En ellos estás tú, en la del olvido y en la del fuego
y la tristeza agoniza entre las raíces del ego.
En la puerta de un poema se embriaga el verso
viajero eterno de emociones que emanan deseos.
Sueños de plata, de mí… ya no sois dueños
pues bebo de las estrellas cada noche cuando me acuesto.
ROSER
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